Una vez más, como hicimos en 2019 y 2020, me gustaría echar la vista atrás, cien años, para ver (y escuchar) lo que escuchaban y bailaban nuestros tatarabuelos.
Todavía estamos a principios de esa década prodigiosa que fueron los «Felices Años Veinte». El panorama general del jazz en 1921 no era muy diferente al de 1920. Por un lado tenemos algunas bandas de músicos afroamericanos que se habían trasladado desde Nueva Orleans hasta ciudades como Chicago o Nueva York; por otro bandas de músicos blancos que hacían un jazz en la línea de la Original Dixieland Jazz Band; por último tenemos las orquestas de baile de músicos también blancos, más o menos influenciadas por el jazz, en el estilo de Paul Whiteman.
No obstante, el año 1921 es importante por dos razones. En primer lugar, se realizan algunas de las primeras grabaciones de músicos afroamericanos destacados: James P. Johnson, Fletcher Henderson y Clarence Williams. En segundo lugar, es el año en que se estrena la obra Shuffle Along, considerado como el primer musical auténticamente afroamericano de la historia.
Pero antes de comenzar, te recomiendo que te vayas al final de este trabajo, donde encontrarás una lista de reproducción con gran parte de la música citada en el artículo.
Orquestas de músicos afroamericanos
En 1921 los mejores músicos de Nueva Orleans ya habían emigrado hacia el norte: Joe Oliver, Freddie Keppard, Sidney Bechet, Jelly Roll Morton, Jimmie Noone, Johnny Dunn, Kid Ory, Bunk Johnson… La mayor parte se ganaban bien la vida en los clubes nocturnos de las grandes ciudades, pues el centro del jazz mundial ya no estaba en Nueva Orleans, sino en Chicago y Nueva York. De todos ellos, en ese año 1921 tuvieron un protagonismo especial los siguientes músicos:
La banda de Joe Oliver, la Creole Jazz Band, con base en Chicago, era cada vez más conocida entre los aficionados. En el verano de 1921, la Creole Jazz Band realizó una breve gira por San Francisco, Oakland, y Los Angeles. Al año siguiente, de vuelta en Chicago, serían contratados para tocar de forma permanente en el Lincoln Gardens Ballroom, uno de los mejores locales de la ciudad. Louis Armstrong, discípulo y amigo de Joe Oliver seguía en Nueva Orleans, donde era considerado el mejor cornetista de la ciudad. Allí seguiría hasta el año siguiente en que se trasladaría a Chicago en respuesta a la llamada de su mentor.

Clarence Williams, otro músico destacado de Nueva Orleans, acababa de instalarse en Chicago. En 1915 había creado una editorial musical junto con Armand J. Piron (Piron & Williams Publishing Company) y su traslado a Chicago tenía como finalidad la apertura de varias tiendas de música. En 1921 se casó con la cantante y actriz Eva Taylor, que aparecerá como vocalista en muchos de sus discos. Ese mismo año precisamente realiza sus primeras grabaciones, como director y como cantante: “If You Don’t Believe I Love You (Look What A Fool I’ve Been)”, “Roumania”, “The Dance They Call The Georgia Hunch”, “Pullman Porter Blues”, “Decatur Street Blues”, “Brown Skin (Who You For)”.
En 1921 entra en la escena jazzística Fletcher Henderson. Músico de formación clásica, empezó su carrera como intérprete en 1920 y al año siguiente ya fue contratado para acompañar como pianista en una gira a la cantante Ethel Waters. Ese mismo año 1921 reunió a diversos músicos para grabar varios temas, en un estilo todavía muy cercano al Ragtime: “Pretty Ways”, “There Ain’t No Nothin’ (Gonna Take The Place Of You)”, “My Oriental Rose”, “Baby Girl”, “Unknown Blues”, “Fancies”.
Como decíamos, otro músico destacado que realizó sus primeras grabaciones en 1921 fue el pianista James Price Johnson, primero en rollos de pianola, en enero de 1921 -«Carolina Shout»-, posteriormente en disco, en agosto, octubre y diciembre: «Harlem Strut», «Keep Off the Grass», «Carolina Shout», “Dear Old Southland” y “Bandana Days”.
Las grabaciones de Clarence Williams, Fletcher Henderson y James P. Johnson son importantes por ser las primeras grabaciones de músicos afroamericanos que adquirirían fama años más tarde y un puesto relevante en la Historia del jazz. No obstante, no fueron estos los primeros músicos negros en registrar su música. La banda de músicos afroamericanos más prolífica en disco era, desde 1916, la de Wilbur Sweatman. De hecho disputa con la Original Dixieland Jazz Band el honor de haber sido la primera orquesta de jazz en pasar por el estudio de grabación. Aun cuando son prácticamente desconocidos hoy en día, se trata de una de las bandas de jazz pioneras y muy popular en la época (en 1919 había conseguido vender 180.000 copias del tema “Kansas City Blues”). Para 1921 ya había publicado más de 15 discos, aunque no he logrado averiguar precisamente qué temas grabó en ese año.
Orquestas de músicos blancos
En las primeras décadas del siglo XX, las bandas de jazz formadas por músicos blancos se multiplicaban en paralelo a las bandas afroamericanas y en imitación de estas.
Ya hemos hablado de la pionera Original Dixieland Jazz Band (ODJB), la primera en realizar grabaciones (en 1917). En 1921 acababa de volver de una gira de un año por Europa y comenzó una gira por Estados Unidos que duraría cuatro años. Ese mismo año publicó varios discos, que recogían, entre otros temas, “Home Again Blues”, “Crazy Blues”, “Jazz Me Blues”, “St. Louis Blues”, “Royal Garden Blues”, “Dangerous Blues”, «Tell Me», «My Baby’s Arms», «I’ve Lost My Heart in Dixieland», «I’ve Got My Captain Working for Me Now», «Sphinx” y “Alice Blue Gown».
Compartía fama con la ODJB la orquesta de Ted Lewis. Este era un auténtico showman, conocido con los apodos de «Mr. Entertainment» o Ted «Is Everybody Happy?». Había formado su banda de jazz en 1919, después de pasar por otras bandas como la de Earl Fuller. En 1921 tuvo varios éxitos con los temas: “All By Myself”, “Second Hand Rose”, “Marie”, “I Love You Sunday”, “The Hula Blues” o “Queen of Sheeba”.
El citado Earl Fuller, y su “famosa banda de jazz” (Earl Fuller’s Famous Jazz Band), que había estado activa y sido bastante popular desde 1917 en el área de Nueva York, realiza en 1921 sus últimas grabaciones (“Melody in F”, “Just Because”, “I Wonder Where My Sweet, Sweet Daddy’s Gone”, ninguna de ellas en Spotify), aunque la banda siguió funcionando hasta 1925. Aunque actualmente es una formación casi olvidada, fue muy popular y por ella pasarían músicos destacados. Se caracterizaba por su sonido violento y caótico, hasta el punto de que su estilo ha llegado a ser calificado por estudiosos modernos como “punk jazz”.

Hay que hablar también de otra orquesta importante fundada en 1917 y formada, entre otros, por el trompetista Phil Napoleon y los pianistas Frank Signorelli y Jimmy Durante: los Original Memphis Five. Esta formación comenzó a grabar precisamente en 1921, bajo el nombre de Ladd’s Black Aces: “Aunt Hagar’s Children Blues”, “Shake It And Break It”, “Brother Low Down”, “Gypsy Blues”, “I’m Just To Mean To Cry”, “I’ve Got It, You’ll Get It”, “She’s A Mean Job”. Posteriormente grabaría también con los nombres The Cotton Pickers o The Southland Six y, a partir de 1923, como Original Memphis Five. Por esta banda pasarían unos años después músicos tan destacados como Tommy y Jimmy Dorsey.
Los hermanos Dorsey también formarían parte de otra banda pionera que en 1921 comenzaba su andadura: los California Ramblers. Formada en 1920-1921 por el banjoista Ray Kitchenman, no tenían ninguna vinculación con California, pues sus miembros eran de Ohio. Por ella pasaron también Red Nichols y Adrian Rollini, que igualmente liderarían importantes bandas años después. Los California Ramblers no pasarían por el estudio de grabación hasta 1923.
También en 1921 se formó otra banda pionera de músicos blancos: la Friars Society Orchestra, que un año después se cambiaría el nombre a The New Orleans Rhythm Kings, nombre con el que comenzarían a hacer grabaciones.
Dentro de las bandas de músicos blancos también tuvo un papel destacado la de Isham Jones, que sería una de las orquestas de baile más populares durante los años 20 y 30. En 1921 tuvo un enorme éxito su grabación de «Wabash Blues», que permaneció doce semanas en las listas de éxitos.
Orquestas de baile
Dentro de lo que podrían ser calificadas como orquestas de baile, todas ellas influenciadas por el jazz, en mayor o menor medida, el número uno corresponde a Paul Whiteman, que ya había copado los primeros puestos de las listas de éxitos el año anterior. En 1921 logra colocar nada menos que 14 temas en el Top 50, entre ellos, “Wang Wang Blues”, “Song of India”, “Make Believe” y “Gypsy Blues”.
Destaca también la figura de Art Hickman, autor del cásico “Rose Room”, cuya orquesta estuvo activa desde 1915 en el área de San Francisco. En 1919 se trasladó a Nueva York y pasó varios años tocando en la terraza del New Amsterdam Theatre y en Broadway, en algunas de las ediciones de los Ziegfeld Follies.
Otra orquesta de éxito era de la de Ben Selvin, que en 1920 había cosechado un éxito sin precedentes con “Dardanella”. Tiene el record de ser el músico de todos los tiempos que más discos ha publicado. La razón es que realizó numerosas grabaciones para diferentes sellos y con orquestas de diferentes nombres, aunque estuvieran compuestas por los mismos músicos. Curiosamente, ninguno de sus éxitos de 1921 está disponible en Spotify.
Otra formación muy popular a principios de los 20, era la Benson Orchestra of Chicago, fundada por Edgar A. Benson, y por la que pasaron, entre otros, el saxofonista Frankie Trumbauer y el batería Gene Krupa. Estaba dirigida por el pianista Roy Bargy, y tenía su base en los Marigold Gardens. En 1921 grabó el tema «Na Jo», considerado como la primera muestra del llamado «stop-time». Aun cuando algunos de sus temas llegaron a vender más de 750.000 discos («Ain’t We Got Fun?» y «Wabash Blues», por ejemplo), resulta difícil acceder a sus grabaciones actualmente.
En línea con las orquestas de baile y lo que podríamos llamar música ligera o “música pop”, hay que citar a los cantantes (blancos) de moda, como Eddie Cantor (cosechó un gran éxito ese año con “Margie”) y Al Jolson (en las listas con “O-H-I-O (O-My-O!)” y “Avalon”).
Cantantes de blues
Ya comentamos que el año anterior, en 1920, se habían realizado las que se consideran primeras grabaciones de blues hechas por una cantante negra, Mamie Smith («That Thing Called Love», «You Can’t Keep A Good Man Down» y “Crazy Blues”), así como Lucille Hegamin («Jazz Me Blues»).

El éxito cosechado por esas grabaciones propició que en 1921 se diera la oportunidad de pasar por el estudio de grabación a otras cantantes negras de blues, como Ethel Waters (que llega al puesto 15 de las listas de éxitos con “There’ll Be Some Changes Made”), Alberta Hunter (acompañada, entre otros, por Fletcher Henderson), Edith Wilson (que hizo unas memorables grabaciones con Johnny Dunn), Mary Stafford, Katie Crippen (con acompañamiento también de Fletcher Henderson), y Esther Bigeou.
Pero además, el blues se puso de moda, no solo entre el público afroamericano, sino también entre la población blanca. Al poco surgieron cantantes blancas de blues, como Marion Harris (en los primeros puestos de las listas de éxitos con “I Ain’t Got Nobody”, “Look For The Silver Lining” y “I’m a Jazz Vampire”), Nora Bayes (“Make Believe”), Aileen Stanley (“My Man“, “My Mammy”) o Dolly Kay.
Shuffle Along
Otro hecho relevante ocurrido en 1921 fue el estreno del musical Shuffle Along, con música y letra de Noble Sissle y Eubie Blake. Aun cuando no fue el primer musical escrito e interpretado enteramente por artistas afroamericanos, sí fue el primero en tener un éxito considerable.
Este musical hizo famosas a las bailarinas Josephine Baker, Adelaide Hall y Florence Mills, así como a Fredi Washington y Paul Robeson. Se volvió a representar en 1933 y 1952 y en 2016 se estrenó otro musical basado en su historia (Shuffle Along, or, the Making of the Musical Sensation of 1921 and All That Followed).
El significado de esta obra es enorme. Fue el primer musical de Broadway cuyo argumento era una sofisticada historia de amor entre afroamericanos, en lugar de una historia cómica; demostró a los productores que el público estaba dispuesto a pagar por disfrutar del talento afroamericano; y fue el primero en el que el público negro pudo ocupar asientos en el patio de butacas en lugar de en el paraíso. Su estreno se asocia incluso con el comienzo del movimiento conocido como Renacimiento de Harlem.
Algunas de sus canciones se convertirían prácticamente en estándares, como es el caso de “I’m Just Wild About Harry”, que llegó incluso a utilizarse muchos años después como himno de campaña de Harry Truman en las elecciones generales de 1948.
El jazz en España
Las primeras noticias que tenemos del jazz en España datan de 1919. En los años siguientes se formarían numerosas orquestas “de jazz”, o “jazz bands”, formaciones derivadas de las orquestas de tziganes, muy populares en la década anterior, que interpretaban las melodías de origen norteamericano, así como composiciones propias, con un carácter más o menos jazzístico (a nuestros ojos/oídos), alternadas con canciones de otros géneros musicales de moda.
Se pueden citar nombres como la Orquestrina Nic-Fusly, la Orquestrina Verdura o la Demon’s Jazz Band, formada precisamente en 1921 y liderada por toda una personalidad de la escena musical catalana, Llorenç Torres Nin, el “Maestro Demon”.
Todas ellas realizarían grabaciones en esos años, aunque resulta difícil acceder a las mismas en la actualidad.
Si te interesa el tema, aquí puedes encontrar más información sobre el jazz en España en los años 20.
Y para terminar, te dejo la acostumbrada lista de reproducción con más de cien canciones grabadas o popularizadas en 1921. No te dejes asustar por el sonido añejo de las grabaciones.
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