El jazz hace 100 años: 1923

1923 fue un año importante para el jazz. En este año se produjo una verdadera eclosión de grabaciones de músicos afroamericanos, la mayor parte originarios de Nueva Orleans, pero asentados en Chicago o en Nueva York: entre ellos, Joe Oliver y su Creole Jazz Band, de la que ya formaba parte el que sería el músico de jazz más importante de la década, Louis Armstrong, y también el extravagante Jelly Roll Morton, autoproclamado «inventor del jazz», Sidney Bechet o las damas del blues Bessie Smith o Ma Rainey.

Como ya contamos al hablar del jazz en 1922, este tipo de música ya era, más que un género musical, todo un fenómeno de masas, que cada vez contagiaba a más estadounidenses.

Ya existían multitud de orquestas de jazz, principalmente en Chicago y Nueva York, y no solo orquestas de músicos negros, sino también, y cada vez más, orquestas de músicos blancos. Para hacernos una idea, a principios de los años 20, el número de locales en los que podía escucharse tocar jazz en Chicago ascendía a unos 80.

Lo que convierte a 1923 en un año trascendental para el jazz es el paso por el estudio de grabación de algunas de las figuras más importantes del panorama jazzístico en ese momento y en los años posteriores: principalmente Joe Oliver, Louis Armstrong, Jelly Roll Morton, Sidney Bechet y Clarence Williams.

Orquestas de músicos afroamericanos

Como ya hemos visto respecto de años anteriores (1919, 1920, 1921 y 1922), el epicentro del jazz ya se ha desplazado de Nueva Orleans hacia el Norte: Chicago y Nueva York.

La banda más “hot” de Chicago era la Creole Jazz Band de Joe “King” Oliver. En ella tocaban, entre otros, el clarinetista Johnny Dodds, el trombonista Honore Dutrey, la pianista Lil Hardin, y desde el año anterior un segundo corneta llamado Louis Armstrong, que pronto se convertiría en el músico de jazz más influyente.

Este año 1923 se produce un hecho importante, pues la banda de Oliver es contratada por el sello Gennett para realizar varias sesiones de grabación, de las que saldrían nada más y nada menos que 35 registros, en los que quedan plasmados los principios del jazz más auténtico: temas clásicos como “Dippermouth Blues”, “Canal Street Blues”, “Chimes Blues” o “High Society Rag”.

Jelly Roll Morton

En 1923 también realiza sus primeras grabaciones -también para Gennett- otro músico de Nueva Orleans, en este caso de origen criollo, que se presentaba a sí mismo como “el inventor del jazz”: el pianista Ferdinand Joseph La Menthe Morton, más conocido como «Jelly Roll» Morton. Son dos temas al frente de una banda y ocho temas al piano, entre los que se encuentran los clásicos “King Porter Stomp”, “Wolverine Blues” y “Someday Sweetheart”.

Clarence Williams es otro de los protagonistas del momento. Pianista, director de orquesta, compositor, productor y editor musical, en 1923 se traslada de Chicago a Nueva York, donde realiza grabaciones con algunos de los mejores músicos del momento: Sidney Bechet, Louis Armstrong, Bessie Smith, temas clásicos como “Wild Cat Blues”, “Baby, Won’t You Please Come Home” o “Down Hearted Blues”.

Williams desempeña además un papel activo en la promoción de la cultura afroamericana. En esos años, él y su esposa, la cantante Eva Taylor se mudaron a Queens con la intención de crear una comunidad de artistas negros, un lugar donde los artistas afroamericanos pudieran vivir, trabajar y colaborar juntos, libres de la discriminación y segregación racial, un lugar de reunión para artistas, músicos e intelectuales negros, entre los que se contaban algunos de las figuras más importantes del Renacimiento de Harlem, como Langston Hughes, Zora Neale Hurston y Duke Ellington.

El pianista James P. Johnson, otro de los pioneros, que ya había registrado su arte en 1921, también realiza algunas grabaciones importantes en 1923, entre ellas el tema “Charleston”, una de las piezas del musical Runnin’ Wild, que se estrenó ese mismo año. Este “Charleston”, cuyo nombre deriva de la ciudad homónima de Carolina del Sur, dio origen a un baile que se popularizó rápidamente, llegando a convertirse en todo un fenómeno de masas. Este baile extravagante caracterizó a toda la década («los Locos Años 20«) y quedó instalado desde entonces en la memoria cultural de la sociedad hasta nuestros días.

Discípulo del anterior, el pianista Fats Waller, que ya había comenzado su experiencia discográfica el año anterior, realiza un puñado de grabaciones como acompañante de la cantante Sara Martin.

Otro músico asentado en Nueva York es Fletcher Henderson, que ya había pasado por el estudio de grabación en los años anteriores, pero que en 1923 realiza más de 30 registros de jazz, al frente de una banda en la que tocaron músicos tan destacados como Coleman Hawkins, Don Redman y Louis Armstrong.

A ellos hay que añadir algunos músicos afroamericanos menos conocidos hoy en día pero que también grabaron en este año. Es el caso del cornetista de Nueva York Thomas Morris, que grabó ocho caras ese año al frente de los Seven Hot Babies. En los años siguientes trabajó con músicos destacados como Clarence Williams, Charlie Johnson, Fats Waller y cantantes de jazz como Mamie Smith, Eva Taylor y Sippie Wallace.

Es el caso también del pianista, compositor y productor musical Richard M. Jones, autor del estándar “Trouble in Mind”, que realizó un par de registros en solitario.

Orquestas de músicos blancos

El jazz, una música de origen afroamericano, se había convertido en pocos años en un fenómeno interacial, no porque hubiese bandas integradas, lo cual era considerado inaceptable en una sociedad racista y segregada, sino en el sentido de que cada vez eran más lo músicos blancos que trataban de hacer jazz, y algunos lo hacían bastante bien.

Hay que destacar tres bandas de jazz formadas por músicos blancos:

En el área de Nueva York los Original Memphis Five, una banda liderada por el pianista Frank Signorelli y el trompetista Phil Napoleon. En los años 1922-1923 el grupo registró más de 100 temas, bajo distintos nombres, principalmente Ladd’s Black Aces, Bailey’s Lucky Seven, Jazzbo’s Carolina Serenaders y The Cotton Pickers.

Otra banda de jazz importante en el área de Nueva York fueron los California Ramblers, formada en 1920-1921 y entre cuyos miembros estaban músicos tan destacados como Red Nichols, Jimmy Dorsey, Tommy Dorsey y Adrian Rollini. En 1923 graban más de 25 temas, aunque no es fácil escucharlos en ediciones modernas.

The California Ramblers, en torno a 1924

Por otro lado, en el área de Chicago, aunque originarios de Nueva Orleans, los New Orleans Rhythm Kings, una banda formada en 1920 por el cornetista Paul Mares y de la que formarían parte también George Brunis al trombón y Leon Roppolo al clarinete. A diferencia de otras orquestas de músicos blancos, su sonido estaba muy influenciado por el de músicos afroamericanos como Joe Oliver. En 1923 realizaron, junto con Jelly Roll Morton al piano las primeras grabaciones realizadas por una banda racialmente integrada.

No podemos dejar de citar a los míticos The Wolverines, una banda fundada ese mismo año por Dudley Mecum y en la que pronto se incorporaría el trompetista Bix Beiderbecke. Esta banda realizaría sus primeras grabaciones al año siguiente.

Y tampoco podemos olvidar a la Original Dixieland Jazz Band, la que fuera primera banda de jazz en pasar por un estudio de grabación en 1917, que en este año 1923 seguía activa y exitosa.

A estas hay que añadir otras muchas orquestas más o menos jazzísticas, aunque algo menos que las anteriores, pero que en cambio tuvieron más éxito que estas entre el gran público: por supuesto, Paul Whiteman y su orquesta, así como las bandas lideradas por Isham Jones o Ted Lewis.

Cantantes de blues

Bessie Smith, ca. 1923

En 1923 entran en escena, al menos en la escena discográfica, dos destacadas cantantes de blues afroamericanas: Bessie Smith, que además llegará a los primeros puestos de las listas de éxito con varios temas, como luego veremos, y Ma Rainey.

Se suman a las ya consagradas Mamie Smith, Ethel Waters y Alberta Hunter y a otras cantantes negras de blues menos conocidas actualmente -Edith y Lena Wilson, Rosa Henderson, Clara Smith, Martha Copeland, Leona Williams, Esther Bigeou, Sippie Wallace y Gertrude Saunders, entre otras- que también realizaron unas cuantas grabaciones en este año.

Estas cantantes cuentan con el acompañamiento instrumental de músicos destacados como Fletcher Henderson, James P. Johnson, Louis Armstrong o Sidney Bechet.

Por otro lado están las cantantes blancas de blues, que también fueron muy populares, incluso más conocidas que las cantantes negras entre el público blanco. Principalmente la exitosa Marion Harris, de quien W.C. Handy decía que «cantaba el blues tan bien que la gente pensaba que era de color», pero también, por ejemplo, Dolly Kay, Margaret Young, Jane Green o Aileen Stanley.

Jazz standards

En 1923 se compusieron y publicaron algunos de los más conocidos estandars de jazz:

– «Charleston«, composición para piano de James P. Johnson que se hizo famosa a partir de su interpretación por Elisabeth Welch en el musical Runnin’ Wild (con letra de Cecil Mack), estrenado en el New Colonial Theatre de Nueva York el 29 de octubre de 1923. Pronto se convirtió en éxito internacional, no solo como tema musical, sino también por el baile al que dio lugar: el charlestón, que se bailó durante toda la década y dejó su impronta en bailes posteriores, como el lindy hop. De este tema se hicieron numerosas versiones: Paul Whiteman, Benny Carter, Tommy Dorsey, Django Reinhardt, Louis Prima… y hasta Enrique y Ana.

– «Tin Roof Blues«, una composición de los New Orleans Rhythm Kings (George Brunies, Paul Mares, Ben Pollack, Leon Roppolo y Mel Stitzel), aunque la melodía está basada en la versión de «Jazzin’ Babies Blues», realizada por Joe Oliver y su banda. Podemos encontrar estupendas versiones de Louis Armstrong, Sidney Bechet, Tommy Dorsey, Muggsy Spanier o Claude Hopkins, entre otros.

– «Wolverine Blues«. Compuesta originalmente como “The Wolverines”, se publicó con el añadido “Blues” con intención comercial. Se trata de una composición para piano de Jelly Roll Morton, aunque la primera grabación fue de Gene Rodemich y su orquesta. Ha sido objeto de múltiples versiones: New Orleans Rhythm Kings, Earl Hines y Larry Clinton, entre otros.

– “I Cried For You”, compuesto por Gus Arnheim y Abe Lyman, con letra de Arthur Freed. Fue grabado por Abe Lyman and His Orchestra ese mismo año. Ha sido versionado en incontables ocasiones: Mildred Bailey, Red Nichols, Billie Holiday y Teddy Wilson, Ella Fitzgerald, Harry James y Helen Forrest, Benny Goodman, Bunny Berigan, Bing Crosby, Louis Armstrong y Velma Middleton, Count Basie y Helen Humes. Frank Sinatra, Ray Charles…

– “Who’s Sorry Now?”. Con música de Ted Snyder y letra de Bert Kalmar y Harry Ruby. Popularizado por Isham Jones ese mismo año, ha sido objeto de numerosas versiones: Marion Harris, Original Memphis Five, Connie Francis, Ella Fitzgerald, Benny Carter, Glenn Miller, Bob Crosby o Frank Sinatra.

– “Nobody Knows You When You’re Down and Out”. Escrito por Jimmy Cox en 1923, pero no grabado hasta años más tarde, su letra, relatada desde el punto de vista de un fugaz millonario durante la época de la Ley Seca, refleja la efímera naturaleza de la riqueza material y de los amigos que vienen y van con ella. Su primera grabación se realizó en 1927 y se debe a Bobby Leecan, quién grabó bajo el pseudónimo de Blind Bobby Baker y con una variación en el título: «Nobody Needs You When You’re Down and Out». Dos años más tarde lo grabó Bessie Smith, con gran éxito. A partir de entonces, el tema ha sido versionado por numerosos artistas en una gran variedad de estilos: Clarence “Pinetop” Smith, Count Basie, Louis Jordan, Sidney Bechet, Eddie Condon, Josh White, Julia Lee, Nina Simone, Sam Cooke o Eric Clapton.

Listas de éxito

Otra de las novedades del panorama discográfico de este año es que estas bandas de jazz y cantantes de blues afroamericanas logran por fin entrar en las listas de éxito: por ejemplo, “Down Hearted Blues”, “T’Ain’t Nobody’s Business If I Do” y “Aggravatin’ Papa” de Bessie Smith, “Dippermouth Blues”, “Canal Street Blues” y “Chimes Blues” de la Creole Jazz Band de King Oliver, “Wild Cat Blues” de Clarence Williams, con Sidney Bechet, “Georgia Blues” de Ethel Waters, “Kansas City Stomp” de Jelly Roll Morton.

No obstante, como es norma desde principio de la década, el rey indiscutible del Hit Parade sigue siento Paul Whiteman, que ese año 1923 logra colocar hasta seis canciones en los primeros puestos de las listas.

De todas las bandas que grabaron ese año encontrarás alguna muestra en la siguiente lista de reproducción:

2 comentarios

  1. Buenas tardes:

    Me sorprende un poco que no mencione en el excelente artículo, igual no lo he visto, al clarinetista Jimmy Noone. Creo recordar que fue un «competidor» de Johnny Dodds, a quien si cita, en la orquesta de Joe «King» Oliver. Hace muchos años, 1970, me aficioné al Jazz gracias a un profesional de la radio, Pio Lidegaard, que hacía promoción de esa música y nos daba conferencias a los estudiantes de Económicas sobre el origen de esa música ilustradas por una gran colección de discos de 78 r.p.m. que escuchabamos con avidez y entre otras muchas cosas nos habló de una supuesdta rivalidad entre esos dos excelentes clarinetistas.

    Saludos afectuosos.

    Patxi Fernández

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    • Hola Patxi. Muchas gracias por el apunte. Es imposible contarlo todo. Mi intención es poner el foco en lo más destacado. Un saludo.

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