Las primeras grabaciones de jazz

Tradicionalmente se ha considerado que las primeras grabaciones de jazz fueron las que la Original Dixieland Jass Band, orquesta de músicos blancos liderados por Nick LaRocca, realizó en febrero de 1917, adelantándose en cuatro años a las realizadas por músicos de jazz afroamericanos.

No es mi intención cuestionar esta afirmación, aunque voy a aprovechar la ocasión para poner en contexto este hecho histórico, viajando hasta las primeras décadas del siglo pasado donde podremos descubrir otros músicos y orquestas pioneras en dejar su sonido registrado en disco.

En 1915 ya hacía 20 años que se comercializaban discos con grabaciones musicales y aunque el jazz era todavía una música poco conocida fuera de Nueva Orleans, las compañías de discos, ávidas de novedades, comenzaban a darse cuenta de su potencial comercial.

Según se cuenta, ese año, la compañía Victor Talking Machine contactó con Freddie Keppard, uno de los más destacados trompetistas de jazz de Nueva Orleans, que por aquel entonces estaba tocando en Nueva York, y le ofreció registrar el sonido de su trompeta en disco. El músico rechazó la oferta, no se sabe muy bien si por miedo a que otros trompetistas pudiesen copiar su forma de tocar o bien porque la compañía le ofreció muy poco dinero. No sabía que estaba renunciando a un puesto de honor en la historia como protagonista de la primera grabación de jazz.

El caso es que, en 1917, la Victor Talking Machine Company hizo un segundo intento para registrar el jazz contactando en este caso con la Original Dixieland Jass Band (en ese momento no estaba muy claro cómo debía de escribirse esa nueva música: jas, jass, jazz…). Esta banda de músicos blancos estaba formada por el cornetista de origen siciliano Nick LaRocca, el trombonista Eddie Edwards, el clarinetista Larry Shields, el pianista Henry Ragas y el baterista Tony Sbarbaro. Todos ellos eran originarios de Nueva Orleans y habían sido miembros de la prestigiosa Reliance Brass Band, dirigida por Papa Jack Laine.

Llegaron a un acuerdo y el 26 de febrero de 1917 se metieron en el estudio de grabación para registrar dos temas: «Livery Stable Blues» y «Dixieland Jass Band One-Step», que fueron publicados en disco en mayo de 1917 y comercializados como “las primeras grabaciones de jazz”, convirtiendo a la Original Dixieland Jass Band (ODJB) en la orquesta de jazz más popular del mundo.

¿Pero fueron estas las primeras grabaciones de jazz de la Historia? Puede ser, o puede ser que no, según los elementos que tengamos en cuenta para poner la etiqueta “Jazz” a una determinada música. No voy a entrar ahora en esas disquisiciones, pero sí que quiero contaros la historia de otros músicos y otras grabaciones que tuvieron lugar en esos años:

1913

El 29 de diciembre de 1913, la Europe’s Society Orchestra registró su versión de “Down Home Rag”, composición de Wilbur Sweatman (que no grabaría el tema hasta 1916). Este es, en principio, un tema de ragtime, pero en cuya ejecución pueden apreciarse ya ciertos elementos jazzísticos.

La Europe’s Society Orchestra era una agrupación dirigida por el legendario músico afroamericano James Reese Europe, compositor, director de orquesta y empresario musical, una figura fundamental en el desarrollo y popularización del primer jazz. Durante la Primera Guerra Mundial actuó de embajador del jazz en Europa como director de la banda de música de Regimiento de Infantería nº 369 (conocido como los “Harlem Hellfighters”).

James Reese Europe’s Society Orchestra

1914

En julio de ese año se realizan lo que se consideran las primeras grabaciones de blues: dos versiones del tema “Memphis Blues”, de W.C.Handy, calificado como «southern rag» por su autor: la primera a cargo de la Victor Military Band, dirigida por el propio Handy; la otra por la Prince’s Band, orquesta de la casa Columbia, dirigida por Charles Adams Prince. Tanto Handy como Prince son músicos afroamericanos.

Estas dos orquestas realizaron entre 1914 y 1916 otras grabaciones que terminarían convirtiéndose en estándares de jazz como “High Society”, “Kansas City Blues” o “St. Louis Blues”.

1915

Ya hemos comentado que, según la leyenda, ese año Freddie Keppard perdió la oportunidad de ser el primer músico de jazz en pasar por el estudio de grabación. No se le volvería a presentar la oportunidad hasta 1923.

Pero en diciembre de ese mismo año se registró otra grabación a tener en cuenta. Se trata de “Ghost Of The Terrible Blues”, interpretada por el Peerless Quartet, agrupación de músicos blancos.

1916

En ese año realizó sus primeras grabaciones la cantante blanca Marion Harris, considerada una de las más tempranas vocalistas de blues. Curiosamente, siendo el blues una música de origen afroamericano, en ese momento ninguna vocalista negra había tenido oportunidad de grabar un disco, hecho que no se produciría hasta 1920.

En febrero de ese mismo año se realiza una nueva grabación del tema «Down Home Rag», compuesto por Wilbur Sweatman, a cargo de The Versatile Four, grupo de músicos afroamericanos formado por Anthony (Tony) Tuck, Charles Wenzel Mills, Charles Wesley Johnson y Gus Haston.

Wilbur Sweatman Jass Band

El mismo tema “Down Home Rag” fue grabado esta vez por su autor, al frente de su propia orquesta, la Wilbur Sweatman Jass Band, en diciembre de 1916. Esta grabación es una buena candidata a disputarle la primicia del jazz discográfico a la ODJB, puesto que en ella se puede escuchar a Sweatman haciendo discretas variaciones melódicas. Es además la primera formación de músicos negros autocalificada como «jazz band» que pasa por el estudio.

1917

Aparte de la ODJB, en 1917, pasaron por el estudio de grabación otras orquestas que podrían calificarse como “de jazz”, todas ellas compuestas por músicos blancos, muy poco conocidas hoy en día, pero con bastante éxito comercial en su momento. Es el caso de la Frisco Jass Band, que grabó los temas “Canary Cottage” and “Johnson’s Jass Blues” el 10 de mayo de ese año.

También la Earl Fuller’s Famous Jazz Band, que el 4 de junio registró “Slippery Hank” y “Yah-De-Dah”. Earl Fuller y su banda, poco conocidos en la actualidad, fueron muy populares entre 1917 y 1925. Se caracterizaba por su sonido violento y caótico, hasta el punto de que su estilo ha llegado a ser calificado por estudiosos modernos como “punk jazz”.

1919

En 1919 se estrena en el estudio de grabación otra destacada banda de jazz de músicos blancos, mucho más “jazzística“ que las anteriores. Se trata de los Louisiana Five, formación integrada por el clarinetista Alcide “Yellow” Nuņez, el pianista Joe Cawley, el trombonista Charlie Panelli, el banjoista Karl Berger y el batería Anton Lada, todos ellos originarios de Nueva Orleans.

En marzo-abril de 1919 grabaron para las compañías Emerson, Columbia y Edison los temas “Orange Blossom Rag”, “Heart Sickness Blues”, “Yelping Hound Blues”, “High Brown Babies’ Ball”, “Just Another Good Man Gone Wrong”, “Slow and Easy”, “Foot Warmer” y “B-Hap-E”.

Ya hemos hablado de Wilbur Sweatman y su Jass Band. Aun cuando son prácticamente desconocidos hoy en día, en 1919 su grabación de “Kansas City Blues” se convirtió en uno de los discos más vendidos de la época alcanzando las 180.000 copias.

1920

Este es un año importante para el blues, pues el 10 de agosto, Mamie Smith and Her Jazz Hounds realizaron la grabación de “Crazy Blues”, considerada la primera grabación de blues con un éxito considerable e inesperado (un mes después de su publicación se habían vendido 75.000 copias), así como la primera grabación de blues realizada por una vocalista negra. El éxito de «Crazy Blues» supuso el comienzo de una auténtica moda de las vocalistas negras de blues y abrió el mercado de los llamados “race records”, discos dirigidos al público afroamericano.

Mamie Smith y sus Jazz Hounds, en torno a 1919

Como curiosidad, es más que probable que el pianista Willie «The Lion» Smith participase en la grabación, según afirma en sus memorias (y atestiguan fotografías asociadas con la sesión), aunque también el autor de la canción, Perry Bradford afirmó posteriormente haber sido el pianista de la sesión.

Ese mismo año 1920, Paul Whiteman, quien unos años después sería coronado (inmerecidamente) como el “rey del jazz”, comenzaba una exitosa carrera que le mantendría en los primeros puestos de las listas de ventas durante toda una década. En ese momento, ninguno de los grandes músicos negros de jazz habían pasado todavía por un estudio de grabación.

1921

En 1921 se realizan las primeras grabaciones protagonizadas por músicos de jazz afroamericanos con continuidad en esta década y, al menos, en la siguiente, cuatro años después de las realizadas por la ODJB.

En junio de 1921, Fletcher Henderson, quien sería uno de los más influyentes músicos de jazz en la era del swing, registró cuatro temas para Black Swan, una de las pocas compañías de grabación de capital afroamericano, de cuyo staff formaba parte, y dos más en agosto-septiembre del mismo año. El estilo de la banda de Henderson en estos temas está más cercano al blues y al ragtime que a lo que podría calificarse como jazz.

Ese mismo año también vieron la luz las primeras grabaciones de Clarence Williams, músico originario de Nueva Orleans, que en 1919 se había trasladado a Chicago. Williams era ya un compositor de éxito y un exitoso empresario de la publicación musical cuando, en octubre de 2021, comenzó su prolífica carrera discográfica grabando cuatro temas para el sello Okeh, que poco después le contrataría como supervisor de todas las grabaciones de música negra.

Otro músico destacado que realizó sus primeros registros en disco en 1921 fue el pianista James Price Johnson, en agosto, octubre y diciembre (“Harlem Strut”, “Keep Off the Grass” y “Carolina Shout”, entre otras). James P. Johnson es considerado como el padre del “stride piano”, estilo característico del piano de jazz que practicarían también Willie “The Lion” Smith o Fats Waller.

Gran interés tienen también las primeras grabaciones de la vocalista Ethel Waters para Black Swan, a medio camino entre el blues y el jazz, realizadas en marzo y abril de 1921, que cuentan con la dirección y acompañamiento de Fletcher Henderson. Curiosamente, algunos de estos temas son instrumentales (entre ellos las primeras versiones en disco de “Royal Garden Blues” y “Bugle Call”). Ethel Waters, junto con otras vocalistas negras de jazz, comenzaron una época dorada del blues propiciada por el éxito cosechado el año anterior por Mamie Smith y su “Crazy Blues”.

Ese mismo año comenzaron su carrera discográfica otras cantantes de blues como Edith Wilson (acompañada por Johnny Dunn), Esther Bigeou, Alberta Hunter, Katie Crippen y Mary Stafford.

Dentro de los músicos blancos, hay que destacar las primeras grabaciones de los legendarios Original Memphis Five, orquesta fundada en 1917 y formada, entre otros, por el trompetista Phil Napoleon y los pianistas Frank Signorelli y Jimmy Durante. En 1921 registraron (bajo el nombre de Ladd’s Black Aces) temas como “Aunt Hagar’s Children Blues”, “Shake It And Break It” o “Gypsy Blues”.

1922

Hay que esperar hasta 1922 para que se realicen las primeras grabaciones protagonizadas por auténticos jazzmen representantes del estilo Nueva Orleans. Se trata del trombonista Kid Ory y su banda. Descendiente de una familia criolla de Nueva Orleans, donde había liderado una de las mejores bandas de jazz, Ory había dejado su ciudad natal en 1919, rumbo a Los Ángeles. Allí formó la Original Creole Jazz Band, con músicos como “Baby” Dodds, Mutt Carey, Edward Garland y Wade Whaley, que, en 1922, con el nombre de Spike’s Seven Pods of Pepper Orchestra, grabaron cuatro canciones de auténtico jazz.

Kid Ory Original Creole Jazz-Band, 1922

1923

Llegamos al final de nuestro viaje en este año 1923 en el que, por fin, entran en el estudio de grabación dos de los principales representantes del primer jazz.

Por un lado, Jelly Roll Morton, uno de los más grandes compositores y pianistas, que se presentaba a sí mismo como el “inventor del jazz”, después de más de una década cantando y tocando el piano de costa a costa de los Estados Unidos, se asentó en Chicago, donde graba diez temas entre junio y octubre de ese año para el sello Gennett, en solitario y al frente de los Red Hot Peppers, banda por la que pasarían los mejores músicos de jazz oriundos de Nueva Orleans.

Por otro, el trompetista Joe “King” Oliver, el auténtico “rey del jazz”, uno de los principales trompetistas de Nueva Orleans, asentado en Chicago desde 1918 y líder de la Creole Jazz Band, en la que tocaban, entre otros, el clarinetista Johnny Dodds, el trombonista Honore Dutrey, la pianista Lil Hardin y, desde 1922, el trompetista Louis Armstrong. En abril de 1923, junto con su banda, entra al estudio de grabación por primera vez y realiza una serie de grabaciones (solo en ese año, 37) que son probablemente el mejor jazz en ser registrado en disco hasta ese momento. Los solos de Armstrong en esas grabaciones serían inspiración no solo para los trompetistas, sino para cualquier músico dedicado al jazz.

La orquesta de Joe Oliver (sentado) en torno a 1923 (Louis Armstrong es el tercero por la derecha)

Y para ilustrar todo esto, como es costumbre, te dejo enlace a la lista de reproducción confeccionada expresamente para la ocasión. Que no te asuste el «ruido a fritura» de las grabaciones.

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