Todos sabemos que la música tiene la capacidad de influir sobre nuestro estado de ánimo. Esta canción lo hace de una forma muy positiva.
«Ac-Cent-Tchu-Ate the Positive» es una canción compuesta en 1944 por Harold Arlen (música) y Johnny Mercer (letra) para la banda sonora de la película Here Come the Waves (1944), una comedia musical romántica dirigida por Mark Sandrich y protagonizada por Bing Crosby y Betty Hutton, y ambientada en torno a la Marina de Estados Unidos.
La canción fue nominada para los Oscar del año siguiente y fue objeto de diversas e interesantes versiones en clave de swing.
Contaba Johnny Mercer que el título se le ocurrió a partir de un sermón de Father Divine (un influyente predicador que llegó a afirmar que era el mismo Dios), en el que insistía en que había que acentuar lo positivo y eliminar lo negativo.
De hecho, en la primera versión de la canción, el propio Johnny Mercer, con su fuerte acento sureño, comienza convocando al auditorio para escuchar su sermón:
Gather ‘round me, everybody / Gather ‘round me, while I preach some
Feel a sermon coming on here / The topic will be sin, and that’s what I’m agin’
If you wanna hear my story / Then settle back and just sit tight
While I start reviewing / The attitude of doing right
You got to ac-cent-tchu-ate the positive / E-lim-i-nate the negative
And latch on to the affirmative / Don’t mess with Mr. In-Between
You got to spread joy up to the maximum / Bring gloom down to the minimum
And have faith, or pandemonium / Liable to walk upon the scene
To illustrate my last remark / Jonah in the whale, Noah in the ark
What did they do, just when everything looked so dark? / Man, they said, we better
La letra es, como podéis ver, toda una inyección de positividad, reforzada por la energía y ritmo de la música, muy apropiada para el momento en que se estrenó, cuando ya habían pasado justo tres años desde la entrada de Estados Unidos en la Guerra.
Como he comentado, la primera versión de la canción es la de Johnny Mercer, acompañado por The Pied Pipers y la orquesta de Paul Weston. El tema fue un completo éxito y llegó en pocos meses al número 2 de las listas de Billboard. Hace unos pocos años esta versión fue incorporada en el Registro Nacional de Grabaciones de la Biblioteca del Congreso de EEUU.
Prácticamente al mismo tiempo Bing Crosby, que interpreta la canción en la película, grabó su propia versión, acompañado por las Andrews Sisters. Al poco realizó una nueva grabación acompañado por The Charioteers.
Pronto se sucedieron más versiones: Kay Kyser, Artie Shaw, Ella Mae Morse… y en las décadas siguientes: Ella Fitzgerald, Pearl Bailey, Aretha Franklin, Sam Cooke. Están todas recogidas en la lista de reproducción que, como es habitual, acompaña las entradas de este blog.
Dentro de las versiones clásicas, a mí me gustan especialmente la “original” de Johnny Mercer, la segunda versión de Bing Crosby (con The Charioteers) y la magnífica versión de Pearl Bailey.
Os invito a escucharlas para daros un baño de energía positiva.